En esta ocasión, Cazmik nos hablará en su primer SRP LITE de una de sus películas favoritas, Kiki’s Delivery Service (Nicky, Aprendiz de Bruja), una joya de Studio Ghibli que fue estrenada en Japón en 1987. Esperemos que os guste y que os animéis a dejarnos algún comentario diciéndonos que os pareció la película.
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‘Kiki’s Delivery Service (1989), conocida como ‘Nicky, Aprendiz de Bruja’ en España, es una maravillosa película de animación japonesa desarrollada por el ya legendario Studio Ghibli y dirigida por Hayao Miyazaki.
Esta película nos narra la historia de Kiki, una aprendiz de bruja en un mundo en el que las brujas están integradas en la sociedad y nadie se sorprende al verlas volar sobre sus escobas y que se dedican a ayudar a la gente. Como es tradición entre las brujas, cuando Kiki cumple 13 años debe coger su escoba y su gato Jiji, abandonar su hogar y asentarse en una nueva ciudad durante 1 año completo, que le servirá como «periodo de práctica» para convertirse en una bruja hecha y derecha.
Estamos ante una película que cuenta con una banda sonora maravillosa, como acostumbran todas las cintas de Ghibli, y con una animación y diseños de personajes y escenarios preciosos. Su historia no tiene grandes pretensiones y oculta bajo una superficie a primera vista simple e inocente, un proceso de desarrollo, emancipación e independencia de una niña muy aguerrida y carismática que se tendrá que enfrentar al mundo real, entablar nuevas amistades y superar dificultades para encontrar su lugar en la sociedad.
Una película relajante pero con muy buen ritmo y situaciones memorables que te atrapará gracias al encanto de su protagonista. Ya disponible en Netflix desde el 1 de febrero de 2020.
Fecha de estreno original: 29 de julio de 1989 (Japón)
Título original: Majo no takkyubin
Género: Animación, Aventura, Familia, Fantasía / 1h 42min
Dirigida por Hayao Miyazaki
Reparto: Minami Takayama, Rei Sakuma, Kappei Yamaguchi
País: Japón
Nicky no es una niña como otra cualquiera porque es aprendiz de bruja. Con solo 13 años y por tradición del oficio que está aprendiendo, la niña tiene que abandonar la casa de sus padres y buscar algún sitio donde sean necesarios sus servicios de bruja. Para emprender el viaje, Nicky se acompaña de su amigo Jiji y también de su gato; juntos, y sobre una escoba voladora, los amigos se instalan en un pueblecito que da al mar, donde la niña empezará a conocerse verdaderamente a sí misma.