Todavía no me queda claro si aquí, en España, el año ya terminó o al igual que en el resto del mundo va por la mitad.
Los niños terminan las clases, los aultos se van de vacaciones, las personas se saludan compartiendo buenos deseos y, lo más importante con respecto a lo que a nosotros nos toca, los podcasts terminan sus temporadas.
Con parte de mi mente todavía puesta en Latinoamérica, se vuelve a sentir ese vacío de cada julio y agosto en que tus programas favoritos, al igual que las principales series, te dejan con un cliffhanger que genera tanto suspenso como desolación durante los meses más fríos del año.
Para los latinos que lean esto, en España, durante estos meses hace un calor del cárajo (en Galicia no) y la gran mayoría de las personas tienen una playa, una montaña o un río cerca.
También, la gran mayoría de ellos cuenta con un mes de vacaciones por un año trabajado y, lo más importante, para alquilar un departamento (o piso) en alguna de estas zonas turísticas, no necesitan hipotecar a su hijo menor.
Para los españoles que lo lean, en Latinoamérica apenas contamos con 15 días de vacaciones por año trabajado (a menos que tengas cinco años de antiguedad en la empresa, momento en el que ya puedes pedir 21 días) por lo que nuestro momento de descanso es a todo o nada.
Por eso, las vacaciones casi siempre son en verano (cuando aquí, en España, todavía es pleno invierno) y la playa está muy lejos de casi todo el país.
Pero, una vez más nos estamos (me estoy) desviando del tema hablando de coyuntura cuando de lo que realmente quiero hablar es de que terminan las temporadas de la mayoría de los podcasts españoles y en este caso en particular, la séptima temporada de Series Reality.
ADIÓS A LA TEMPORADA 7
Siete años en los que un puñado de desconocidos se unieron a través de una pésima conexión de internet y peores micrófonos para compartir con cualquiera que quisiera escuchar, las series y películas que veían durante cada quincena.
En un principio fueron PJ, Miriam y Jess para luego sumarse Cazmik y mucho más tarde yo.
Siete años seguidos en los que este puñado de personas dejó de hacer muchas cosas para invertir tiempo en ver series y pensar lo que fuera necesario comentar sobre ellas aunque más no fueran mierdones.
Pero ese es solo un detalle.
Lo que realmente impacta es que estos siete años hubo cientos (o miles si nos dejamos llevar por los números de iVoxx) de personas que le dieron play al podcast y una gran parte de ellas lo siguieron haciendo hasta el día de hoy.
Programas que van desde la simple hora y media de duración (eso lo hace cualquiera) hasta las casi cuatro horas y que son escuchados de principio a fin por mucha gente. Pero, sin exagerar, mucha gente (de eso hablaremos más adelante).
Y aunque el podcast tenga (sólo) siete tempoaradas (bastante más que la gran mayoría de los podcast que existen) este no ha sido un año más para ninguno de nosotros y la audiencia ha sido testigo.
EL REALITY DE SERIES REALITY
Por obra y magia del hada del podcasting, llegar al final de temporada ha sido un auténtico palo en el orto (expresión solo apta para los que entiendan francés).
A PJ ya se le notan los años (los que lleva de podcasting y los que lleva en este planeta) y se la pasó de fisio en fisio, con algunos inconvenientes de salud (ninguno de gravedad), mucho agotamiento mental (y del otro) y hasta convirtiéndose en tío casi durante el podcast.
El murciano que se pasea desnudo por la casa de Miriam también tuvo sus cosas (¿será cuestión de murcianos?) y eso complicó no solo la dinámica de esta pareja a la que todos queremos tanto sino sus horas disponibles para grabar.
Sin mencionar cada vez que el pobre Raúl tuvo que cojear hasta el ordenador para ayudarle a Miriam a configurar el micrófono y los problemas de conexión que se podrían solucionar con un simple agujero en la pared más importante de su casa pero que aún se resiste a hacer.
Y por mi parte, la migración ha comenzado a pasarme factura. Todo eso sobre lo que tanto se ha escrito y hablado páginas web, Instagram, Tik Tok o YouTube, que se llama «Duelo Migratorio» y que yo pensaba que no me iba a pasar porque era demasiado macho, me pasó y terminé empastillado a más no poder.
Ese duro momento de mi año (o temporada) logré superarlo en gran parte gracias a las pastillas (por supuesto) pero también al enorme apoyo de mis compañeros de podcast (de este y de los otros) que supieron tenerme paciencia y adaptarse a mi ritmo de grabación.
Y sobre todo esto (y algunas cosas más) ustedes han sido testigos porque, por alguna razón, esta temporada el micrófono se abrió bastante más que en otras ocasiones.
Sin pensarlo ni planificarlo, cada uno comenzó a hablar sobre cosas personales.
La sección de anécdotas de PJ no solo se convirtió en un clásico sino también en una de las imprescindibles del podcast y más comentadas en el grupo de Telegram.
Y eso sucedió de manera tan natural que casi ni nos dimos cuenta porque esa es la magia del podcasting.
Uno se sienta frente al micrófono creyendo lo que va a decir pero termina hablando sobre cualquier cosa porque nos sentimos muy cómodos.
No solo entre nosotros tres sino también con los cientos (o miles) de personas que nos escuchan. Y es así como las cosas fluyen y todos nos conectamos.
Grabamos el podcast cuando podemos, casi siempre el mismo día a la misma hora pero cuando tenemos que cambiar, cambiamos.
Y ustedes lo escuchan cuando y como pueden.
Viajando, lavando los platos, planchando o haciendo caca.
Da igual, hay un momento en que todos, ustedes y nosotros nos conectamos, estamos juntos y sentimos que formamos parte en la vida del otro.
Este año también nos conectamos con otras personas dentro del podcast, invitando a amigos y amigas de siempre pero también a personas que por primera vez pasaron por Series Reality.
Superamos la falta de ideas inventando una nueva sección llamada Las series favoritas de… en la que también pudimos conocer más a cada una de las personas invitadas.
Por supuesto, Cazmik se dio una vuelta para, junto a PJ, hablar de esa cosa tan rara llamada Anime.
Y aunque no lo crean, estuvimos muy cerca de que Jess vuelva a colocarse frente al micro. No lo conseguimos pero tenemos fé que en la octava temporada (ya confirmada) lo logremos.
En fin, grabar podcast es fácil pero mantener constancia toda una temporada y durante siete años seguidos no lo es tanto.
Y eso es lo que celebramos hoy: aunque por momentos tuvimos dudas, llegamos.
Hasta aquí la temporada siete y nos vemos (nos escuchamos) en la octava.
Pero antes de irnos a mojar las patas en el mar, hablemos un poco de otras cosas que pasaron este año en Series Reality y que no se ven ni se escuchan.
LA TEMPORADA 7 EN NÚMEROS
Según iVoox, esta temporada (y sin contar el último programa) le dieron play al podcast más de 66 mil veces y nos dejaron casi 600 comentarios (que no leímos en el podcast pero nos esforzamos por responder).
Los diez países en los que más se escuchó el podcast fueron España (por supuesto) seguida por Estados Unidos, México, Puerto Rico, Argentina (¡Muchachooos…!), Uruguay, Alemania, Reino Unido, Chile y Colombia.
La gran mayoría de las personas nos han escuchado en «otras plataformas» algo que a PJ le sigue sorprendiendo. Luego, una vez más, Android le gana a Apple (y yo me sigo preguntando por qué en todos los podcast piden cinco estrellas de Apple)
¿Te gustaría saber en qué plataformas nos escuchan? A nosotros también pero parece que pagamos mucho menos de lo que iVoox considera necesario para que podamos saberlo.
Y por último, en la categoría de Ocio / Cine, tv y espectáculos estamos en la posición número 49, justo debajo de Audioserie Castle y apenas un lugar arriba de nuestros grandes amigos de Cultura Seriéfila.
Y a lo largo de toda esta temporada, 433 personas descubrieron el podcast, le dieron play y decidieron suscribirse para seguir escuchándolo.
Les damos la bienvenida.
Y ahora sí que nos toca decir adiós.
Nos quedan por delante un par de especiales que grabaremos durante el verano para que no pase tanto tiempo sin escucharnos y de paso evitar que se nos acumulen series para el primer programa de la nueva temporada.
Muchas gracias por acompañarnos y durante estos meses nos seguimos leyendo en el grupo de Telegram.
Ahora, a ver muchas series y películas pero también a descansar, a tomar aire, sol y fresco porque aunque a todos nos encanten las pantallas, dicen que allá afuera también hay vida.
¡Saludos y hasta la próxima!
Qué maravilla de post 👏👏👏